Mensaje de bienvenida

¡Y sin embargo algunas personas dicen que se aburren!¡ Démosles libros!¡Démosles fábulas que los estimulen!¡Démosles cuentos de hadas! Jostein Gaarder

martes, 27 de abril de 2021

LA MOCHILA

 




  

Cuando el bichito se vaya

voy a abrirte mi mochila

y verás salir de ella

cosas que no te imaginas.

 

Al principio sentirás

los besos y los abrazos

que yo no te pude dar

y que guardé con cuidado.

¡No se fueran a escapar!

 

 Si  allí metes  tu carita

y al fondo quieres mirar,

seguro que te sorprende

lo que te vas a encontrar.

 

Podrás descubrir mil cosas

que te pondrán muy contenta:

 el cine, el circo, la feria,

 las cosquillas en la oreja,

 poder  bañarte en la playa,

 y volar una cometa.

 

 

Las comidas del domingo

con la familia reunida

y fiestas de cumpleaños

con  tarta y vela incluida.

 

Podrás ver a tus primitos

sin llevar la mascarilla,

y  que  la seño del cole

tiene una cara muy linda.

 

Verás muchas poesías

que te voy a recitar

llenas de versos y rimas

que muy pronto aprenderás.

 

 Por último vas a encontrar

muchas canciones de cuna

que no te pude cantar

cuando eras pequeñita

y que tienes que escuchar.

 

Cuando aparezca la Luna

y se asome al ventanal,

verá que duermes tranquila,

que  todo está en su lugar,

 y  que eres  muy feliz.

 ¡Ya no podré pedir más!

 

                                   



domingo, 11 de abril de 2021

LA SILLITA DE PENSAR

 

Dibujo tomado de Internet.


La sillita de madera llora y llora sin parar,

no comprende por qué  en ella nadie se quiere sentar.

—Tengo bonitos colores, un asiento muy blandito

y para apoyarte en mí, un respaldo pequeñito.

Una maestra ha llamado a la puerta de su clase.

—¿Tienes asientos de sobra?

Le pregunta a Mari Carmen, la profesora de inglés

que dice de maravilla:

— SILENT, PLEASE, AND YOU ARE MY FRIEND.

—Esta mañana ha llegado un alumno nuevo al cole,

 y  no sé dónde sentarle.

Además está tan triste…,  

no conoce a nadie aquí.

¡Me da pena verla así!

¡Qué va a pensar de nosotros si no se puede sentar!

Tener una silla en clase es lo más elemental.

—Solo tengo una sillita, la sillita de pensar.

Si los niños me prometen que bien se van a portar,

puedes cogerla y usarla como una silla normal.

Es muy cómoda y bonita,

 por eso siempre la tengo apartada en el rincón,

para evitar que la rompan

de un golpe o de un empujón.

 La sillita no se cree lo que acaba de escuchar.

Está  loca de contenta,  ha parado de llorar.

Hoy ha dejado de ser  la sillita de pensar.