El caballito de mar nada y nada sin parar,
no quiere que una sirena vuelva con él a jugar
y ponérselo en el pelo como si fuera un trofeo.
Ni quiere que la marea se lo lleve hasta la orilla.
Quiso cogerlo una niña de grandes ojos azules.
¡Qué pesada la chiquilla!
Menos mal que se escapó. ¡ Vaya susto que le dio!
El caballito de mar está a punto de llegar hasta su bello jardín.
¡Qué a gusto que se
está allí!
Lleno de prados
marinos de césped
verde muy fino.
Aunque se encuentre en el agua , se siente en el mismo cielo.
Con su colita flexible se sujeta fuertemente a su roca favorita.
De allí no se moverá mientras no se calme el mar.
7 comentarios:
¡Qué bonito Conchita!
¡Me encanta!
Un beso con achuchón
Conchita!! Que ternura, preciosos versos para terminar el verano, me da gusto que regreses a tu blog!! Un beso grande hermosa
Preciosa poesía. Me he imaginado al pobre caballito huyendo ...
¡Qué bonito! Está lleno de ternura y sensibilidad. A los peques seguro que les encanta. Un beso, Conchita.
Muchas gracias Marisa Alonso Santamaría. Sabes que me hace mucha ilusión que te des una vuelta por mi blog.
Un abrazo.
Eliz, hacía mucho tiempo que no te pasabas por aquí. Yo también he estado un poco perezosa. Tenemos que renovar nuestras visitas mutuas.
Un abrazo.
Hola Rita.Gracias por tus bonitas palabras. Espero verte de nuevo por esta casa.
Un abrazo.
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