La niña y la sirena
Conozco una niña
que cuando va al mar
se pone a bailar
y a dar volteretas
con sabor a sal.
Entorna los ojos,
le hace daño el sol,
pero lo soporta
aunque haga calor.
Una sirenita
la ha visto llegar,
quiere ser su amiga
y bailar un vals.
Le explica la niña
con una gran pena
que una sirena
no puede bailar.
“Sobre tu colita
no podrás girar
y en la fina arena
puedes tropezar.
Pero yo sí puedo
nadar en el mar
bañarme contigo
y hasta bucear”.
Las dos amiguitas
juegan sin parar
el agua salada
sella su amistad.
2 comentarios:
Cuánta ternura pones en tus versos, Conchita. Me recuerdas a Gloria Fuertes.
Un abrazo.
Salvando muchísimo las distancias. Me inspiró mi nieta. Muchas gracias Macondo.
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