Dibujo realizado por Guille Martínez Ortiz |
Guille
y Pablo
Empieza
un nuevo curso
Las
vacaciones han terminado y todos los niños se preparan para empezar un nuevo
curso.
Guille y
Pablo se han levantado un poco nerviosos, por eso no tienen ganas de desayunar,
sin embargo su mamá les ha hablado de lo
importante que es el desayuno para estar fuertes y poder trabajar mucho. Los
niños se han convencido y han tomado un
poquito de zumo y un gran vaso de leche con galletas. Guille este año pasa a 2º
de primaria y Pablo a 2º de infantil.
El
colegio está en el centro de Murcia y durante el trayecto van cantando a grito
pelado Hombre lobo en París, una canción que les gusta mucho. Su mamá deja el
coche en un garaje para poder acercarlos sin prisa. Pablo, antes de salir del
coche se cuelga del agarrador con una mano, se encoge y hace tantas piruetas
que parece auténticamente un mono. Su madre le regaña, pero a él le encanta
hacerlo y, aunque promete que no lo va a hacer más, se le olvida y al día
siguiente lo vuelve a repetir.
El patio
del cole es grandísimo, con muchos árboles y columpios para que los niños y las
niñas se diviertan. Hoy es el día de bienvenida, así que estarán
solo dos horas. Mañana ya tendrán el horario completo.
Al llegar,
Pablo le ha dado un beso a su señorita y se ha puesto contentísimo al ver a
todos sus amigos. Los han colocado en fila, con una mano en el hombro del
compañero que tienen delante y haciendo el tren se han preparado para ir a
clase.
—Siempre
tenemos que entrar de esta forma, mamá —le explica mientras se despide de ella
moviendo la mano que le queda libre.
Como es
el primer día de clase no han llevado babi.
Al salir, Pablo comenta que se lo ha pasado muy bien porque solo han
jugado y se han tomado el bocadillo en
el patio.
—Mamá, la
señorita dice que estoy muy guapo y que
me he hecho muy mayor —le comenta muy orgulloso a su mamá.
Guillermo,
como es mayor, está en otra parte del edificio en una planta más arriba.
En la
clase de Guille han pasado lista y cada niño ha elegido su sitio. Se han
sentado de cuatro en cuatro, como es natural cada uno ha elegido a sus amigos.
Hoy solo
han coloreado y han hablado de las vacaciones, pero mañana tienen que traer
todos los libros forrados y los cuadernos con los nombres puestos.
En casa,
después de comer, han forrado el
material para llevarlo todo listo. Se han acostado temprano para poder levantarse
descansados.
El
segundo día de colegio ya ha sido un día normal de clase. Pablo ha venido muy
contento porque ha aprendido a escribir su nombre. Lo ha escrito en un
rectángulo de cartulina que la señorita ha pegado encima de su mesa:
—Así no
os confundiréis y cada uno de vosotros
se sentará en su sitio sin que haya problemas —ha indicado la seño a todos los
niños.
Luego han
cantado una canción muy bonita que se llama “Jugando al escondite”. Pablo no
para de tararearla en casa. Su abuela, como también se la sabe, la canta con él.
Guille ya ha empezado con las fichas y también
ha hecho un copiado.
Cuando
sus padres los ven tan mayores y trabajadores se sienten muy orgullosos de
ellos.
2 comentarios:
¡Ay Conchita! que relato más tierno y hermoso!!!! enhorabuena! me encanta como transmites tanto con palabras sencillas :) eres una genia! xoxo, eliz
Gracias por ser seguidora mía. Me das mucho ánimo con tus comentarios. Un abrazo.
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