Hoy Arantxa está muy contenta porque le toca salir a la pizarra para escribir el dictado. Todos los días la seño llama por orden de lista a un niño o niña de la clase, para realizar esta actividad. Ayer su profesora le dijo: -Arantxa, mañana te toca a ti, no se te olvide. Y no, a ella no se le va a olvidar porque escribir en el encerado es lo que más le gusta del mundo. Por eso, esta mañana cuando su mamá ha ido a despertarla ya estaba levantada: -¿Pero qué haces tan temprano despierta? -Mamá, es que hoy tengo que escribir el dictado en la pizarra y no quiero llegar tarde al colegio. Muchas veces, Arantxa ha intentado colarse cuando no es su turno: -Seño, hace muchos días que no salgo, hoy me toca a mí. A menudo, se ha peleado con el niño que está de pie escribiendo para que le deje en su puesto, hasta que la profesora se ha enfadado con ella y le ha dicho: -Arantxa, todos los niños tienen derecho a salir al encerado, así que o te sientas o te quedas sin recreo. Ella se ha ido a su sitio muy enfadada y no ha querido trabajar en su cuaderno. Sin embargo, hoy sí que es su turno. Nada más llegar, la seño ha pasado lista, ha puesto la fecha y les ha dicho a todos que sacasen el libro de lectura y el cuaderno de Lengua: -Copiad la fecha de hoy y acordaos de dejar una línea en blanco para escribir debajo, en el centro de la hoja, la palabra DICTADO. La clase de lengua ha empezado. Esta es la asignatura que más le gusta de todas. La profesora mira la lista y dice: -Hoy le toca salir a… Arantxa. Antes de que terminase de decir su nombre, ya estaba ella al lado de la pizarra con la tiza en la mano. Antes de hacer el dictado, hacen un poco de lectura comprensiva: la profesora lee el texto todo seguido para que lo escuchen de una vez y se enteren del sentido de lo que van a escribir, después hace preguntas sobre lo que han escuchado y, cuando lo han entendido todos, empieza a repetirlo despacio para que lo escriban: -La cesta, que hay encima de la mesa, está llena de cerezas. Arantxa escucha a su profesora y empieza a escribir: la sesta que ay ensima de la mesa está llena de seresas. -Vamos a ver Arantxa, al principio de un escrito... -A sí, ¡se escribe mayúscula! -dice la niña borrando la letra minúscula que había escrito. -¿Lo demás está bien? -pregunta con mucho interés a su profesora. Esta la mira y sonríe. -Bueno, casi bien. Mira, en algunas palabras en donde has puesto s, tenías que escribir la letra c. Arantxa, antes de que la profe termine, borra lo que ella cree que está mal y el dictado queda así: La cecta que hay encima de la mesa está llena de cerecas. Arantxa, como muchos niños canarios, se hace mucho lío con las c, las z y las s cuando están aprendiendo a escribir, eso también les pasa a menudo a los andaluces. -¿Ahora está bien? La profesora se ríe, le coge la mano y juntas cambian algunas letras. -Ahora sí: La cesta, que hay encima de la mesa, está llena de cerezas. Arantxa está muy contenta, porque por fin, ha terminado el dictado. Después se sienta en su mesa y copia la frase de la pizarra en su cuaderno. La profesora le pone un bien y ella sonríe. -Mañana vamos a escribir un cuento inventado por todos vosotros. -¿Puede ser de brujas? -pregunta Arantxa -Por supuesto -responde Conchita. La niña se va a su casa soñando con brujas, escobas y encantamientos. -Mamá, mañana, me va a gustar mucho la clase -le dice a su madre mientras le da la mano de vuelta a casa.
Ilustración original:
María Gallego de 11 años ha tenido la amabilidad de hacerme un dibujo para este cuento.Muchas gracias.
1 comentarios:
Somos alumnos de 2º B hemos leído tu cuento y nos ha gustado mucho.
Nos ha llamado la atención lo de la confusión de la S por la C
Publicar un comentario